El fortalecimiento del trabajo en red al que se abocó nuestro servicio durante el 2024, fue una de las valoradas estrategias que nos permitió contribuir a una salud pública más oportuna y equitativa, siendo la expresión concreta del compromiso del Gobierno y nuestra institución por garantizar el derecho a la salud de todas las personas. En un contexto donde la salud pública enfrenta grandes desafíos, hemos redoblado esfuerzos para avanzar en soluciones que buscan no solo mejorar el acceso, sino también la calidad de la atención, colocando siempre a las personas en el centro de nuestras acciones.
Un ejemplo tangible de este compromiso es la inversión de más de 25 mil 450 millones de pesos en infraestructura y equipamiento que ejecutamos en 2024, con la que hemos robustecido nuestra capacidad de respuesta. Desde la modernización de los pabellones y la UTI del Hospital de Tomé hasta la implementación de equipamiento oncológico en los hospitales Penco Lirquén y Las Higueras, además, de obras de conservación en nuestra red hospitalaria y el firme avance en la etapa final de la Normalización del Hospital Las Higueras y los estudios para la construcción del nuevo Hospital de Tomé.
Bajo este mismo compromiso, en 2024 avanzamos en reducir las listas de espera quirúrgicas y de consultas nuevas con estrategias innovadoras, como el Centro Regional de Resolución del Hospital Las Higueras, que ha permitido realizar más cirugías en menos tiempo, optimizando los recursos. Asimismo, la cooperación entre nuestros hospitales ha sido clave para avanzar en procedimientos como el escáner, el TAC dental y la cirugía traumatológica, entre otras áreas, todas orientadas a reducir los tiempos de espera.
Además, logramos la incorporación de nuevas prestaciones en los hospitales de Tomé y Penco Lirquén, que anteriormente se realizaban exclusivamente en el Hospital Las Higueras. Este enfoque integrado no solo incrementa la productividad de nuestros procesos, sino que también reafirma el compromiso con la equidad territorial al descentralizar prestaciones.
De cara al 2025, los desafíos no son menores, pero la visión del Presidente Gabriel Boric marca una hoja de ruta clara: “Mejorar la salud pública es avanzar en infraestructura”. Con este propósito, iniciaremos siete proyectos clave con una inversión superior a los 27 mil 200 millones de pesos, entre ellos, la reposición de 2 CESFAM en Talcahuano y Hualpén, 2 postas rurales en Tomé más el Centro Comunitario de Salud Mental de Hualpén, además, de la habilitación de un nuevo Centro Comunitario de Salud Mental en Tomé y la construcción de nuevos pabellones quirúrgicos en el Hospital Las Higueras, que permitirán realizar 3 mil cirugías adicionales al año. Estas obras no solo mejoran la capacidad operativa de nuestra red, sino que también construyen confianza en un sistema que avanza hacia la universalidad y la calidad.
Otro pilar esencial de la salud pública para este nuevo año es el enfoque en grupos prioritarios, así quedó reflejado en la aprobación del Presupuesto 2025 con el aumento del 68% en recursos destinados a listas de espera y la implementación de la Ley TEA, áreas en las que nuestro servicio ha trabajado con ahínco y que potenciará en 2025. En relación a lo primero, continuaremos reforzando diversas iniciativas de trabajo en red, sumando una nueva estrategia para la reducción de listas de espera de horas de especialidad que dice relación con la contrarreferencia de pacientes desde la atención secundaria a la Atención Primaria de Salud, que actualmente se encuentran recibiendo control en nuestros hospitales para el retiro de medicamentos, dado que no están disponibles en el arsenal farmacológico de la APS, por lo que focalizaremos esfuerzos en aumentar la disponibilidad de éstos.
En materia de la Ley TEA, nuestro servicio pondrá en marcha oficialmente su nuevo Centro de Apoyo al Desarrollo y Rehabilitación Integral Infanto Adolescente en Tomé, el que se suma a la existencia de un equipo multidisciplinario de atención y rehabilitación de NNA diagnosticados con TEA que instalamos en la comuna de Talcahuano, lo que nos permite construir un sistema más inclusivo y preparado para abordar las necesidades de las personas con Espectro Autista.
Sin lugar a dudas, el camino por delante es exigente, pero las acciones emprendidas durante 2024 y las proyectadas para este año nos hacen ver el futuro con optimismo y de que estamos avanzando hacia una salud pública más justa y moderna. Porque detrás de cada inversión y cada proyecto hay un mensaje claro: en Chile, la salud no es un privilegio, sino un derecho que seguimos construyendo con convicción, poniendo siempre en el centro a las personas y sus familias.